¿Qué es la depresión? Síntomas y factores que influyen
La depresión es una enfermedad psicológica bastante común que va más allá de la simple tristeza.
Los síntomas de la depresión afectan profundamente al funcionamiento del paciente en todos los ámbitos de su vida y a la gente que le rodea. Al paciente deprimido le cuesta relacionarse con los demás, especialmente los más cercanos.
A continuación voy a señalar algunas frases que varios pacientes me han dicho en consulta:
- “Desde hace varios meses no me apetece salir de casa. No tengo ganas de ir a jugar al baloncesto y mira que antes me apasionaba. Tampoco tengo ganas de llamar a mis amigos”.
- “Me siento muy cansado. Creo que no tengo fuerzas ni para levantarme”.
- “Siento que tengo la culpa de todo lo que está pasando. Mi familia está sufriendo por mi culpa, estarían mejor sin mí. No puedo quitarme todos estos pensamientos de la cabeza”.
- “Tengo una sensación de vacío en mi interior. Todo lo que veo a mí alrededor es negativo y no veo futuro”.
- “Estoy perdido en la vida. No soy capaz de superarlo”.
- “Soy una mala persona porque noto que no quiero a mi familia”.
- “Debería estar feliz, no me falta nada en la vida, pero siento una pena tremenda”.
- “Me cuesta mucho dormir, a veces me duermo a las tres de la mañana y a las seis ya estoy despierto. Me da miedo que siempre sea así”
La Asociación americana de Psiquiatría refleja en un manual diagnóstico y estadístico (DSM-5) los criterios que debe presentar una persona para tener cualquier tipo de trastorno mental, entre ellos la depresión.
Los síntomas más característicos de la depresión
Estado de ánimo deprimido
La tristeza de la depresión se distingue de la tristeza normal por su hondura y su persistencia. Aunque algunos pacientes se quejen de no poder parar de llorar, existe una gran proporción que expresan no poder exteriorizar ese llanto.
Anhedonia
El paciente deprimido pierde la capacidad de disfrutar de las cosas, nada le satisface, nada le agrada. Cosas que antes podían interesar como aficiones, relaciones personales, ahora no le interesan. Pierde la ilusión y el interés por cualquier cosa.
Problemas con el sueño
Pueden tener dificultad para conciliar el sueño o incluso despertarse constantemente. También puede ocurrir que la persona tenga unas ganas de dormir excesivas.
Falta de energía
El paciente se siente cansado tanto a nivel psicológico como físicamente.
Pérdida significativa de peso sin estar a dieta o aumento significativo
Es frecuente que las personas que están pasando por una depresión pierdan el apetito o, todo lo contrario, coman con gran ansiedad.
Sentimientos de inutilidad, culpa
El paciente deprimido se desprecia a sí mismo, se considera indigno, débil, incapaz de enfrentarse a la vida y culpable. Se siente culpable de su enfermedad, de lo que está haciendo sufrir a los que le rodean, de los trastornos que ocasiona en su familia o en su trabajo, etc.
Inhibición psicomotriz (o agitación)
Muchos pacientes presentan inhibición psicomotriz que se manifiesta en una actitud pasiva, en no querer levantarse de la cama, en una cara inexpresiva, en un tono de voz monótono y sin fuerza…Sin embargo, también puede manifestarse agitación psicomotriz: una inquietud interna hace que el paciente no pueda permanecer quieto.
Alteraciones del pensamiento
Los contenidos negativos y tristes ocupan la mayor parte del pensamiento y se pierde la capacidad de concentrarse o de pensar claramente. Tomar decisiones le puede generar una gran angustia.
Ideas de muerte o ideación suicida
Perder la ilusión por todo, tener una opinión nefasta de uno mismo, no tener ninguna esperanza en que esto pueda mejorar pueden llevar al paciente a pensar que la vida no vale la pena y la única solución es quitarse la vida.
Síntomas físicos
La depresión es un trastorno psicológico, pero suele manifestarse también con síntomas de tipo físico. Es frecuente que los pacientes deprimidos tengan una peor tolerancia al dolor y experimenten síntomas de tipo doloroso: dolor osteoarticular, dolor abdominal, cefalea…De hecho, hay pacientes deprimidos que acuden a su médico por dolor de espalda, dolor de cabeza, problemas digestivos, mareos y un amplio catálogo de otros síntomas físicos.
Factores que pueden influir en el desarrollo de una depresión
La depresión es un proceso multifactorial y complejo cuya probabilidad de desarrollo depende de un amplio grupo de factores de riesgo:
- Factores genéticos: cuando algún miembro de la familia padece depresión, hay el doble de posibilidades para adquirirla. Aunque, esto no significa que todos los pacientes con depresión tienen antecedentes familiares, ni que todos los individuos con historia familiar van a desarrollar una depresión.
- Factores fisiológicos: se ha relacionado especialmente con un descenso de los niveles de Serotonina, una sustancia que se origina en las neuronas, y que ayuda a regular nuestras emociones y con alteraciones hormonales.
- Sexo: las mujeres sufren dos veces más de depresión que los hombres.
- Dificultades en la vida o situaciones estresantes: divorcio, jubilación, la muerte de un ser querido, pérdida de trabajo, cambio de país y estilo de vida, una enfermedad crónica, problemas interpersonales, dificultades financieras.
- Estilo de personalidad: Son personas con esquemas mentales negativos se focalizan en sus errores sin tener en cuenta los aciertos, suelen estar constantemente comparándose con los demás, no se consideran personas valiosas. Por tanto tienen una baja autoestima.También, tienen mucha preocupación, sensación de falta de control sobre las circunstancias de la vida, tendencia a autoculpabilizarse y dificultades para resolver problemas que le surjan.
- Estilo de vida: las personas que tienen una mayor cantidad de actividades agradables y poseen un buen entorno social con buenas habilidades sociales tienen menos predisposición a deprimirse. El estado civil (estar soltero, divorciado o viudo) y el estrés crónico parecen relacionarse con una mayor probabilidad de desarrollar depresión.
- Abuso del alcohol o drogas.
- Presencia de otras enfermedades tales como la migraña, diabetes, hipertiroidismo, Alzheimer, cáncer, entre otros.