El miedo al fracaso, ¿cómo surge y cómo podemos eliminarlo?
Durante nuestra infancia y adolescencia vamos desarrollando nuestra personalidad. En el colegio, en casa, nos van señalando cómo somos y nosotros vamos actuando en consecuencia. Si no sacamos buenas notas, repetimos un curso. Si nos cuesta estudiar, nos dirán que somos malos estudiantes. Nos vamos quedando con la idea de que somos incapaces de conseguir lo que nos propongamos. Empezamos a sentir el miedo al fracaso, y es ahí cuando empezaremos a construir los obstáculos que nos impiden ser felices.
Las inseguridades, los miedos o la ansiedad ante el fracaso nos impiden avanzar. Son pequeños temores los que se convierten en grandes obstáculos en nuestro camino y nos impiden ser felices.
Con ello, no hacemos más que tropezarnos con un muro construido por nosotros mismos, que no nos deja mirar hacia el futuro, ni ver todas nuestras capacidades. Es decir, nos dejamos llevar por nuestras inseguridades, en lugar de centrarnos en nuestras fortalezas.
Nos ponemos los obstáculos, en cierto modo, como protección ante un posible fracaso.
También nos ponemos obstáculos porque tenemos miedo a la incertidumbre de lo que vendrá si seguimos avanzando hacia nuestro destino. Así, preferimos resguardarnos a la sombra de lo malo conocido en lugar de buscar lo bueno que nos queda por conocer.
¿Cómo vencer el miedo al fracaso?
El éxito consiste en vencer el miedo al fracaso. Y es que la gente que evita el fracaso también evita el éxito.
Jorge Bucay, en su relato El elefante encadenado, nos habla del miedo al fracaso que surge, muchas veces, al intentar lograr nuestros sueños.
Dicen que cuando un elefante es aún joven y débil, se le ata una pata con una fuerte cuerda a un gran árbol. Como el árbol es más fuerte que el pequeño elefante, este tira y tira intentando liberarse, pero como es pequeño, no puede. Se acaba agotando, se frustra, y aprende a no tirar porque le es totalmente inútil. Después, cuando es mayor, basta con atar la pata trasera del elefante a una estaca pequeña. El elefante se quedará quieto, sin moverse, porque ha aprendido que cualquier esfuerzo es inútil.
¿Acaso el elefante no es capaz de mover una estaca?
¡Claro que sí!
Sin embargo, se rinde antes de intentarlo porque ha “aprendido” que la vida es dura y que cuando te atan la pata trasera, de nada sirve intentarlo porque no se consigue. Y, sin embargo, el elefante posee la capacidad para mover la estaca y ser libre para ir a donde quiera. Pero prefiere rendirse antes de intentarlo y se queda atado como un esclavo, a una simple estaca.
¿Reconoces esta situación en ti?
Como bien he explicado al principio de este artículo, cuando somos pequeños, los adultos nos trasmiten, mediante la comunicación o mediante hechos, cómo nos ven y así vamos formando nuestra personalidad.
Pongamos un ejemplo, si somos un niño que saca malas notas y escuchamos, por parte de nuestra profesora, que no servimos para estudiar, que no tenemos capacidad, iremos aprehendiendo esta condición y la haremos nuestra. Además, nuestros padres refuerzan esos comentarios haciéndonos ver que somos incapaces de sacar buenas notas, que somos un “desastre” en el estudio.
Cuando llegamos a la etapa de nuestra vida en la cual tenemos que dirigir nuestro camino, tenderemos a buscar aquello en lo que no sea necesario estudiar. Y es que hemos aprendido que no valemos para ello. No nos damos cuenta de que con esta forma de pensar somos nosotros mismos quienes ponemos freno a nuestros sueños. Nuestro sueño de ser científicos, nuestro sueño de vivir en otro país, nuestro sueño de crear una empresa, nuestro sueño de aprender, sea cual sea el sueño que tengamos. Solo vemos el pasado, aquel niño al que le decían que no podía. No vemos todo el talento que tenemos y la capacidad que poseemos conseguir el éxito en nuestra vida. Nos convertiremos en el elefante encadenado. Presas de nuestros (o los que nos han enseñado) miedos.
Eliminando el miedo al fracaso
Es necesario eliminar esas creencias dañinas que nos han acompañado durante toda nuestra vida y nos encadenan a ese árbol imaginario. Así como ponernos en acción y salir de nuestra zona de confort.
Solo necesitas darte cuenta de esos obstáculos que te pones en la vida. Ver toda la capacidad que tienes para conseguir tus sueños y caminar con paso firme y sin miedo luchando por lo que quieres, diseñando el futuro que tú quieres.¡Así de fácil es alcanzar el éxito en esta vida!
Con una pequeña dosis de confianza en uno mismo y trabajo, el cambio es posible.
Como Michael Jordan dijo “puedo aceptar el fracaso, todo el mundo fracasa en algo, pero lo que no puedo aceptar es no intentarlo”.