Mediación familiar
El servicio de mediación familiar es un método alternativo para gestionar y solucionar conflictos de manera voluntaria y pacífica, que se pone en marcha cuando hay problemas entre dos o más miembros de un grupo. Enfatiza las capacidades que tienen las familias y las personas que las integran para hacerse cargo de sus vidas y, en base a sus circunstancias y características personales, tomar sus propias decisiones.
Conforme a la Ley 1/2001, de 15 de marzo, de Mediación Familiar y la Ley 5/2012 de 6 de Julio, de Mediación de Asuntos Civiles y Mercantiles, los acuerdos alcanzados en mediación tienen plena eficacia legal y obligan a las partes. Por tanto, nos ofrece la alternativa a los procesos judiciales tradicionales, un proceso largo y tedioso que, en la mayoría de los casos, aumenta los conflictos.
El papel del mediador familiar es neutral, facilitando que las personas establezcan puentes de diálogo, tratando de ayudarlas a generar alternativas a estos conflictos y a encontrar la mejor solución satisfactoria para ambas partes, bajo la mirada de que todas las partes salen ganando.
Si bien el objetivo final de la mediación familiar es llegar a algún acuerdo, es en la responsabilidad, el reconocimiento del otro y la revalorización de uno mismo donde realmente se encuentran su esencia y virtud.
Principios en los que se basa la mediación
- Voluntariedad de las partes, de participar en el proceso y de abandonar en cualquier momento si esta fuera su voluntad.
- Horizontalidad: el mediador se sitúa al mismo nivel que las partes, sin poder de decisión en el conflicto y su intervención es, en todo momento, reflexiva.
- Imparcialidad por parte del mediador, sin discriminar ni favorecer a ninguna de las partes, respetando las voluntades y sin imponer criterios ni puntos de vista.
- Confidencialidad tanto del mediador como de las partes, preservando la intimidad de las personas, con la excepción de que exista un riesgo actual o potencial de hacer daño a las personas dentro de la mediación o a terceras personas.
Ventajas de la mediación
- Son las personas implicadas quienes deciden el contenido y toman sus propias decisiones.
- Favorece vínculos y el ejercicio de las responsabilidades entre las partes, creando un clima de cooperación y respeto mutuo.
- Mediante la facilitación de la comunicación aclara malentendidos, disminuye las tensiones y previene situaciones de violencia.
- Evita que un tercero pueda tomar la decisión (normalmente un juez), con los costes, sobre todo emocionales, que este hecho conlleva.
- Se llega a una resolución con mayor rapidez.
- Se consigue un mayor nivel de cumplimiento de los compromisos acordados y estos se mantienen a largo plazo, ya que las decisiones son tomadas por las partes en conflicto y no por un mediador.
¿Para quién está destinada la Mediación Familiar?
- Parejas que presentan conflictos en la actualidad.
- Problemas de relación y comunicación entre padres e hijos, hermanos, abuelos y, en general, cualquier miembro de la unidad familiar.
- Familias que cuidan de una persona dependiente que quieran llegar a acuerdos para organizarse.
- Parejas en proceso de separación que tengan voluntad de llegar a acuerdos en temas como: cuidado de los hijos, reparto de bienes, economía familiar, etc.
- Conflictos en empresas familiares.
- Dificultades en adopciones y acogidas.